Nubia es el nombre con el que, desde la Edad Media, se conoce a la región central de Nilo entre Asuán (en Egipto) y Jartum (en Sudán).
A diferencia del amplio y fértil valle egipcio, el nubio es estrecho y de escarpadas orillas, lo que no facilita su explotación agraria y ganadera, salvo en unas pocas zonas. Fueron otros, por tanto, los valiosos recursos que pronto despertaron el interés de los monarcas egipcios: el cobre, las piedras duras, las piedras semipreciosas y, sobre todo, el oro. Nubia se divide en dos grandes zonas geográficas y culturales. Al norte, entre las dos primeras cataratas se extiende la Baja Nubia, controlada por Egipto desde las primeras dinastías y colonizada en el Imperio Nuevo. La Alta Nubia, desde la segunda hasta la sexta catarata, fue cuna de dos grandes estados: el reino de Kerma (conquistado por Egipto en el 1500 antes de Cristo) y el Reino de Kush (conquistador a su vez de Egipto entre el 728 y el 662 antes de Cristo, durante lo que fue la XXV dinastía,).
En siglo VI a. C., los ejércitos egipcios penetraron en la Alta Nubia, destruyendo la ciudad de Napata, capital de Kush. La monarquía kushita se trasladó entonces al sur, a Meroe, en la 5º catarata. A pesar de estas derrotas, los reyes meroitas siguieron considerándose los verdaderos herederos de la monarquía egipcia. |