Mientras la nueva presa comenzaba a construirse, equipos de arqueólogos de distintas misiones internacionales se distribuían por el valle en una carrera contra el reloj. En apenas cinco años, las aguas de la presa lo cubrirían todo, de modo que desmontar los templos y trasladarlos a sitio seguro era la tarea más urgente.

El templo de Debod fue el primero en ser rescatado, en el verano de 1960. Como paso previo se realizó una descripción del templo, se copiaron sus inscripciones y el conjunto fotografiado. El desmontaje fue realizado por un equipo del Servicio de Antigüedades Egipcias, en colaboración con una misión polaca. Una vez desmontado el templo, durante los veranos de 1960 y 1961 se realizaron dos campañas de excavación.

Desmontaje Templo de Debod
Desmontaje Templo de Debod


No todos los elementos arquitectónicos pudieron ser recuperados. Los bloques de arranque de los cimientos del templo fueron abandonados in situ, así como los restos del embarcadero y la calzada de acceso.
Los sillares del templo fueron depositados en la Isla de Elefantina, frente a Asuán. Allí permanecieron alineados junto a los de Dendur durante diez años a la espera de partir a su destino definitivo.

Sillares en espera de ser trasladados
Sillares en espera de ser trasladados