En 1964 España solicitaba
formalmente el templo de
Debod a titulo de donación. Era uno de los monumentos, junto con los templos de Dendur, Taffa y Ellesiya, que habían sido designados por el gobierno egipcio para ser entregados a los países que más contribuyeran financieramente al salvamento de los monumentos nubios. La petición española fue aceptada en 1967, después de que España comunicara un incremento de su contribución económica hasta superar los 500.000 dólares. Al año siguiente, un decreto de la República Árabe Unida otorgaba el templo de Debod al Estado Español.
Los desportillados sillares de Debod yacían desde 1960 en la isla de Elefantina, frente a Asuán. Hasta allí se dirigió en 1969 un equipo español, encabezado por Martín Almagro Basch, para hacerse cargo de la entrega, embalaje y transporte del templo a España. Tarea realizada con algunas dificultades, debidas a la carencia de materiales para embalarlos; finalmente, los sillares fueron trasladados en barcazas Nilo abajo hasta Alejandría.
En la antigua capital ptolemaica fueron embarcados en el carguero “Benisa”, que zarpó el 6 de junio rumbo a Valencia. Desde allí, entre el 20 y el 28 de junio, noventa camiones trasladaron hasta Madrid, las 1.350 cajas que contenían las piedras del templo, las cuales quedaron depositadas en el solar del antiguo Cuartel de la Montaña, en la Montaña del Príncipe Pío. |