Distribuidos en hileras concéntricas en el solar del Cuartel de La Montaña, los 1.356 bloques traídos de Egipto esperaban el momento de ser nuevamente remontados. Antes había que preparar el terreno, retirar algunas edificaciones del antiguo cuartel y construir la cimentación sobre la que se alzaría el monumento.

Bloques en el Cuartel de la Montaña
Bloques en el Cuartel de la Montaña


La instalación del templo se efectuó en dos fases. En la primera, iniciada en octubre de 1970, se restauraron y montaron los bloques originales del templo y sus dos portales. A pesar de que gracias a los testimonios gráficos del siglo XIX se tenía un amplio conocimiento formal del edificio, la escasa documentación técnica del desmontaje, unido a que en 1960 no se recuperaron las hiladas de la base de los muros, dificultaron grandemente los trabajos. El 23 de diciembre, con la inauguración de los jardines por el entonces príncipe de Asturias, quedaba terminada esta primera fase de las obras.

Instalación del Templo
Instalación del Templo


En 1971 se determinó reconstruir las partes perdidas del templo, especialmente el vestíbulo y la fachada
principal, con el objetivo de asegurar la conservación de los relieves del vestíbulo y, en general, toda las
estancias internas. Por esa misma razón se decidió cubrir la terraza, con lo que se evitaba la entrada de agua al interior del edificio. A falta de pequeños retoques, los trabajos prácticamente quedaron finalizados en junio de ese año. No obstante, todavía pasaría un año hasta que, el 20 de julio de 1972, fuera inaugurado oficialmente. Una semana más tarde, finalmente el público pudo disfrutar visitando un templo egipcio en Madrid.